lunes, 28 de enero de 2008

MALDITA Y BENDITA AMISTAD

Hace unos días uno de mis pocos amigos me decía que otro de ellos era “tal” y era “cual”, y yo asentía, sabiendo que lo que él me comentaba era una verdad como un templo. A la vez yo intentaba defenderlo con más ganas que razón, a lo que este siempre me decía que las cosas no son realmente así. Pero ¿qué puedo hacer? Con 24 añitos y camino de los 25 me siento muy afortunado por muchas de las cosas que esta vida me ha dado. Ciertamente soy feliz y me criado en un ambiente genial con una familia maravillosa y he tenido todo lo que me ha hecho falta. Pero yo también valoro de una manera irracional algo que la mayoría de la gente no le presta la menor atención y por conformismo o por acomodación incluso maltrata…los amigos.

Si esos personajes que se enfadan contigo muy a menudo, que te echan cosas en cara, que saben donde atacarte porque saben donde más te duele, que te dicen maravillosas frases como: ¿anda qué no pasas de mí?¿benditos los ojos?¿tío te escapas con nosotros que esta noche nos la vamos a pegar de tacón?¿cómo aguantas a tu parienta?¿haces más caso a tus conocidos que a mí? Etc.

Por ellos alcanzas los mayores disgustos, te encabronas, por ellos hay momentos en los que las voces suben de tono asta el punto de liar un espectáculo en cualquier terraza de cualquier cafetería de cualquier ciudad del mundo e incluso de llegar a tirarse cosas o a las manos llegado el caso. Te queman la sangre por mil motivos y mil veces mil te planteas cosas que pueden llegar a realizar contra ellos cuando tu ira se dispara, pero que no haces y meses después vuelves a recordarlas e incluso añoras por no haberlas llevado a cabo.

Así de duro es esto. Y eso que aún las mujeres no han entrado en escena. Ellas por desgracia suelen ser en muchos momentos las que se llevan los palos de los amigos por el distanciamiento que se produce en algunos casos a raíz del nuevo noviazgo. Lo que realmente no nos damos cuenta es que cuando este distanciamiento se lleva a cabo no es por culpa de la mujer, es por culpa del hombre, cuyas neuronas no llegan a poder compaginar una novia con un amigo, sobre cuyo hombro, si es de verdad, llorarás cuando dicha mujer ponga un cinturón de castidad a tu vida. Es duro, pero una realidad como un templo.

Pese a todo lo dicho anteriormente es un sentimiento que ha perdurado en mil generaciones. ¿Por qué será? No podría explicarlo con palabras, pues hay ocasiones en las que soy incapaz de plasmar sobre un papel o sobre las frías teclas de mi ordenador portátil lo que mi corazón siente. Mil ideas se me vienen a la cabeza, pero no puedo ordenarlas de una forma coherente, por lo que me remitiré a los versos que J.C. Aragón plasmó en un pasodoble de carnaval: “la amistad es regalar el corazón de un caballero a un caballero, por eso los corazones de los amigos cañones son corazones de oro, oro por el qué te digo que los mejores amigos son los mayores tesoros, y esos tesoros no tienen reputaciones ni bienes ni huecos en los altares…”

Nunca olvidéis eso mis tres personajillos. Os quiero y sabéis quiénes sois.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito tema Jkk.Yo la verdad que lo unico que puedo decir respecto a este tema es que el auténtico amigo es aquel que casi no te lo dice,aquel que te lo demuestra dia a dia con pequeños detalles y no aquel que simplemente esta pa las conveniencias y pa las cosas que le interesan!!

Anónimo dijo...

enhorabuena por este tema capi un abrazo y estoy de acerdo on juanjo

Anónimo dijo...

La amistad es como la salud: Nunca nos damos cuenta de su verdadero valor hasta que la perdemos.
Un verdadero amigo es aquel que entra cuando todos los demás se van.
Un amigo es alguien que está contigo porque le necesitas, aunque le encantaría estar en otra parte.
Cuando te duele mirar hacia atrás y te da miedo mirar adelante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estaré, a tu lado. Buen tema juanca

Jucarogu dijo...

gracias anonimo. que pena no saber quien eres. saludos