MARIANO MARIANO

Me encantaría ser político. Pero político perdedor por supuesto. Pongamos que soy Mariano Rajoy. Si ese buen hombre que lidera el Partido Popular. Muy buena suerte la suya de ser elegido, presentarse a unas elecciones que pierde, volver a ser reelegido y volver a perder. Y decir que sigue ahí por España.

Es mejor perder sin duda, ganas más dinero, apareces en televisión solo para criticar y encima no te llevas muchos palos. Porque algunos te caen eso esta claro. Siempre los hay más listos, se colocan a la espalda del líder, lo manipulan, le dan caña de forma rastrera y le ríen sus chistes a la cara.

Estos personajes poco hacen por un partido que les mantienen a cuerpo de rey. Pero vamos Zapatero encantado con esta situación. Lucha contra una inagotable fábrica de crear perdedores. Y sin consecuencias políticas que es lo peor.

Son pasto de las elecciones algunos señores como Llamazares (pobre de él, buen político que le tocó lidiar con el bipartidismo “made in USA”, pero con poco carisma, las cosas como son) y Carod (ese señor que por donde pasa va haciendo amigos, jamás te perdonarán el daño que le haces a Cataluña).

Los resultados fueron negativos y ellos se derrumbaron. Señor Rajoy, usted debería seguir ese camino. Por desgracia ha conseguido algo sin parangón en este país, que le aclamen tanto sus simpatizantes como sus rivales. Todos los simpatizantes de Zapatero firmarían en este momento que Don Mariano fuera de nuevo el candidato del Pp para las próximas elecciones.

Pero claro un candidato con más carisma que él, con más recursos, con más inteligencia y con una mayor personalidad tomaría una decisión que aunque tajante, pienso que sería beneficiosa para el partido, alejarse de las directrices que le marca la COPE. Una emisora con poquísima audiencia, cuyo estandarte es Losantos. Un hombrecillo que era de izquierdas, y que por un trozo de pan, da palos a las personas que la conferencia episcopal le manda. Gran ética periodística la suya.

Es duro dar este paso, pero en círculos cercanos a la calle Génova ya se escuchan las voces de algunos políticos que piensan que una ruptura con dicha emisora daría un nuevo aire al partido, que bien le hace falta, e incluso un cierto distanciamiento con una iglesia que va en imparable cuesta abajo solo podría tener consecuencias positivas. Pensar que la campaña de los Obispos (los creyentes debían replantearse para que han quedado estos señores) contra Zp solo les llevó a la derrota.