lunes, 18 de febrero de 2008

UNA ESTACIÓN DE VERGUENZA

Este fin de semana de nuevo hice las maletas y me puse, tras una larga jornada de trabajo, rumbo a Sierra Nevada. Quiero aclarar una cosa antes de seguir adelante, odio la gente que dice que el esquí es un deporte de ricos, sobre todo porque hablan sin saber. Si te vas una semana a los Alpes a esquiar en invierno te cuesta un buen dinero, pero si en agosto vas a la playa a un hotel en Fuengirola (hay crisis pero todos los hoteles llenos) el precio es el mismo, compruébenlo sino. Pero claro el que veranea no es pijo aunque tenga un coche de treinta mil euros, sino el que esquía y sube a la estación en un humilde Ibiza de segunda mano. Ricos y pobres los hay en todos lados, pero aseguro que quien desee esquiar a buen precio lo consigue, solo hay que moverse más y llorar menos.

En fin a lo que iba. Hoy toca dar un palito a nuestro amigo Manuel Chaves, presidente perpetuo de nuestra Junta de Andalucía. Ellos son a través de su correspondiente consejería los propietarios de la explotación de Sierra Nevada. CETURSA se llama, hasta el nombre es feo. ¿Cómo se puede humillar a las personas? Pues esta empresa tiene todo un catálogo para ello, y a precio de langostinos, pero de esos gordos con rayas que solo se ven en las películas.

No es normal que para comprar un “forfait” (pase para subir por los remotes a 40 euros) se tenga que esperar más de una hora. Después de esa primera espera nos disponemos a subir en el primer “huevo” que nos lleve a las pistas, y cual es nuestra sorpresa cuando vemos más de un kilómetro de cola. Otras dos horas más y ya van tres. Se me olvidaba que antes también había colas para entrar en el parking (17 euros), el cual solo se puede entrar si vas 4 en el coche para que no se te escape la fiesta de presupuesto. Y todo ellos de dominio público. De vergüenza. Por cierto gran trabajo el de los “gorilas” (porque solo se les ve comer plátanos) de PROSEGUR. Están para controlar y jamás e visto a más gente colarse delante de sus narices sin hacer nada.

Y ya estamos arriba, y lo primero que se me ocurre tras tres largas horas a patita es entrar al servicio. Veo unos carteles que ponen “Agua no potable”, me da igual porque no voy a beber. Tras salir del habitáculo oloroso, apunto del vómito, voy a lavarme las manos, y mi sorpresa es que no funcionan los lavabos. Vamos sumando putaditas al magnífico día de esquí. Colapso general también en todos los remontes debido al “overbooking” generado por el afán recaudatorio de la Junta, aunque uno no se pueda mover, pero ¿eso qué importa? El caso es vender forfaits.

Son las dos de la tarde. Apenas hemos podido esquiar y ya tenemos hambre. Nos vamos para los restaurantes que hay en las pistas. Una hora para encontrar mesa. Al menos la comida no es cara, que es lo que faltaba. Ya llevamos 4 horas de espera. Se acabó la jornada de esquí. Los que somos un poco habilidosos bajamos a Pradollano esquiando, los demás se encuentran otra cola de una hora para poder bajar en el mismo remonte que habían esperado dos horas por la mañana. Es la única forma de subir y bajar puesto que la empresa en un año no ha tenido tiempo de acabar el nuevo telecabina, aunque lo llevan promocionando desde diciembre.


Por fin son las 6 y estamos en Pradollano. Tenemos dos opciones: irnos a casa (lo que supone una hora para recorrer en coche los 35 kilómetros que separan la sierra de Granada) o si tenemos suerte irnos al albergue juvenil (lo que supone otra hora de espera para coger el bus).

Hay acaba mi espectacular día de nieve. Pero repetiremos porque los “jartibles” del deporte no podemos “desengancharnos” fácilmente. Pero eso no quita que desde aquí me cuestione el papel de la Junta de Andalucía. ¿Qué gestión es esta? No os da vergüenza ver el estado en que se encuentra la estación. Recapaciten que tal vez algún día se acabe la gallina de los huevos de oro…blanco por supuesto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al menos sabes esquiar!!

No sabia que la palabra forfait tenía otro significado que el de ser un viaje combinado hecho a la "medida" del cliente...

Ana

Anónimo dijo...

Este artículo es una mierda

Anónimo dijo...

¿A mí qué sipote mi importa tu día en la nieve?? Por cierto querido Juan Carlos, haber si te vas repasando los verbos compuestos porque la verdad es que se te han olvidado (tu hubieras escrito: an olvidado, de verguenza)
Reitero lo que ha puesto el otro anónimo,es una GRAN MIERDA DE ARTÍCULO.