jueves, 7 de febrero de 2008

NIÑOS DESAPARECIDOS

En España esta cundiendo el pánico en los últimos meses por el tema de los niños que misteriosamente desaparecen. En realidad ninguna pista se tiene sobre ellos. Ni ropa, ni cabellos, ni juguetes, ni nada de nada. ¿Dónde estarán?¿Cómo puede ser que no se encuentre nada de ellos? Dos cosas se me ocurren: llamar a Íker Jiménez o pensar en bandas organizadas.

Yo tengo mi propia opinión, que forme a raíz de ver un documental sobre el problema que suponía la falta de órganos para donaciones en niños. ¿Mercado negro?. No es descabellado que ante la falta de donantes se formen bandas organizadas que secuestren a niños con este fin. Es macabro y cruel, pero está ahí y ocurre, no cerremos los ojos.

¿Qué deben hacer los padres?¿no dejar salir de casa a sus hijos?¿hacerles esclavos de la caja tonta o de la Wi?¿crear adictos a Internet sin control con 7 años? Y luego decimos que hay obesidad infantil.

Por supuesto no debemos situarnos en los extremos. No creo que sea para alarmarse en padres “normales”. Todos aquellos que tienen un control normal sobre sus hijos no creo que deban temer, porque los secuestradores saben perfectamente a por quién ir, sino atiendan a estos dos ejemplos recientes:

Jeremi: toda su familia se encontraba en un bonito día de campo cuando alguien le da por ver donde esta su niño. ¿Y Jeremi? Nadie sabe donde esta, cuando de repente sus padres se dan cuenta de que llevan más de una hora sin vigilar a sus hijos, con 7 añitos y solos en el campo. Y sus padres lloran…

Madelaine: sus padres le dieron tranquilizantes para que se quedaran dormidos toda la noche y ellos poder salir de cena y de copas con unos amigos. Sin comentarios. Y sus padres lloran…

Por suerte aún no tengo descendencia, pero no hace falta ser padre para darse cuenta de la responsabilidad que suponer tener un niño. Y creo que actitudes como las dos anteriormente expuestas (por no hablar del padre que le da un euro a su niña de 5 años para que baje sola a la calle a comprar gominotas y no vuelve ha aparecer…) no dicen mucho de unos padres a los que siempre les queda el recurso del pataleo en las televisiones. Y yo me pregunto ¿Dónde esta el defensor del menor que no lucha por retirar la patria potestad a los padres que actúan así?

Agur Bella Pirata

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, he encontrado tu blog y me parece muy interesante. Estoy totalmente de acuerdo contigo, soy maestro y el otro dia me comentaba un niño que tiene miedo de salir a la calle porque lo pueden secuestrar.

En un país donde lo más importante para los padres hoy día es trabajar para poder darle a sus hijos una playstation nueva y tenerlos contentos para que no les molesten demasiado cuando vuelven a casa del trabajo resulta que estamos olvidando lo más importante: cuidar a nuestros hijos, prestarles atención y tener siempre un ojo sobre ellos; si a la pobre niña de Huelva, en lugar de darle dinero para ir a por gominolas la hubiesen acompañado, probablemente, nada le hubiera pasado.

Tener hijos supone una responsabilidad enorme que, no lo digo por nadie, hay que estar preparados para asumir.

EN fin, seguire leyendo tu blog y comentando.

Un saludo

Anónimo dijo...

Tiene que ser muy duro que te desaparezca un ser querido de la noche a la mañana pero tambien hay que intentar evitar estos casos con mas responsabilidad por parte de los padres.

Anónimo dijo...

He encontrado este blog,buscando información para un trabajo y me quedo asombradísima de lo fácil que es hablar ,comentar y enjuiciar a los demás sin habernos informado previamemnte.
Cuando tengas descendencia verás que no es facíl ser padres,no es facil educar a los hijos y cuando ocurre una desgracia como la que has comentado, en una familia lo fácil es acusar a los padres y no sentir con ellos su pesar,es una forma de PASAR DEL PROBLEMA DEL OTRO PENSANDO QUE YO LO HABRÍA HECHO MEJOR.
Pido respeto para la familia de estos niños y especialmente del la pequeña MARILUZ ( la de las chuches).
y por mi parte comentarte que blog como eston sobran.No me interesan para nada las opiniones de una persona que enjuicia sin conocer y que piensa estar en posesión de la verdad.